martes, 10 de agosto de 2010

PORQUE ESTUDIAR TURISMO EN EL PERÚ


¿POR QUÉ ESTUDIAR TURISMO ?



Principalmente porque a la hora de elegir una carrera en pleno siglo XXI, la primera opción debe ser qué salidas laborales ofrece la misma, dinamismo y expectativas del mercado de trabajo relativo a la profesión a desempeñar y evidentemente, el nivel de satisfacción que debe alcanzar el alumno durante los años de estudio.


Con respecto a las salidas laborales, es obvio no tener que recalar que el turismo es un sector básico y primordial de la economía peruana, con un crecimiento anual que desborda todas las expectativas, y que por consiguiente exige la formación de profesionales muy calificados, que son los que dan respuesta a la diversidad, dinamismo y complejidad de este sector.
El nivel de satisfacción del alumno se logra proponiéndole un plan de Estudios con una carga práctica que pocas, por no decir ninguna Carrera Universitaria tiene. La posibilidad desde el Primer Curso de integrarse en el mercado turístico y sus empresas a través de los Convenios en Prácticas vigentes con todas las empresas del sector consigue que el alumno se sienta integrado en "su mundo turístico" desde el primer momento, y todo ello con la posibilidad en los tres Cursos de perfeccionar e investigar los distintos mercados y tipos de turismo vigentes en la actualidad, con la puesta a su alcance de todos los medios tecnológicos que hoy utiliza el sector. Todo ello unido a una carga teórica especializada desde el Primer Curso, que facilita la predisposición del alumno al que será su futuro profesional inmediato. Y fundamentalmente es una elección acertada estudiar turismo porque es en la actualidad el sector que genera más empleo y reclama por tanto, más profesionales entre todos los sectores económicos.


JUAN CARLOS VICTORIA

miércoles, 14 de julio de 2010

las tapadas limeñas

Perú: las 'tapadas' o cuando las mujeres en Lima se cubrían el rostro

Lejos del debate en Europa sobre la prohibición del velo islámico, el Perú revive el recuerdo de las 'tapadas', esas mujeres cubiertas con una falda larga y un manto o chal que escondía su rostro, primero como un símbolo de recato y luego para librarse de las rígidas normas sociales en siglos pasados.

Lejos del debate en Europa sobre la prohibición del velo islámico, el Perú revive el recuerdo de las 'tapadas', esas mujeres cubiertas con una falda larga y un manto o chal que escondía su rostro, primero como un símbolo de recato y luego para librarse de las rígidas normas sociales en siglos pasados.

La saya -una falda larga- y el manto una especie de velo-chal que abrigaba de la cabeza a la cintura inspiraron a pintores y escritores viajeros, y fueron considerados en el comienzo del siglo XIX como una vestimenta distintiva de la alta sociedad peruana.

Esa forma de vestir se inició en el Perú en el siglo XVI poco después de la conquista española. Era utilizada precisamente por la élite española.

Probable herencia musulmana de la España mora, tenía "un claro objetivo de cubrir, de proteger la honra de la mujer, de evitar la tentación", explica Alicia del Aguila, socióloga autora del libro 'Los velos y las pieles'.

Poco a poco la burguesía local y luego la clase media se apropiaron de la saya y el manto, que se convirtieron en un modo de escapar a la vigilancia de los hombres, de disimular el rostro, pero también el rango social, el color de piel, la edad o las marcas dejadas por la viruela.

Se trataba de vestidos que daban a quienes los usaban "una libertad superior a la de la mujer ordinaria", explica Del Aguila.

"En el siglo XVIII una mujer que salía sola a la calle era una mujer que trabajaba allí o una mujer de mala reputación", recuerda Jesús Cosamalón, historiador de la Universidad Católica de Lima.

Muy numerosas en Lima a comienzo del siglo XIX, las tapadas impresionaron a los observadores europeos, algunos admirativos y otros incómodos ante esta manifestación de afirmación femenina.

"No hay un sólo lugar sobre la tierra donde las mujeres sean más libres que en Lima", se entusiasmó en 1837 la feminista y socialista franco-peruana Flora Tristán.

Tristán -que años más tarde inspiraría una novela del laureado Mario Vargas Llosa- mostraba su entusiasmo de ver a las mujeres cubiertas, es cierto, pero libres de deambular, pasear... y jugar a la seducción.

El marido podía no reconocer a su esposa, flirteaba con una desconocida, transgredía... La Iglesia y la Corona española intentaron varias veces prohibir las tapadas. Había multas por vestir así pero no sólo fue inútil sino que de hecho la prohibición estimuló más esta usanza.

Varios relatos románticos adornaron la parte del misterio y la seducción. la tapada a lo mejor sólo dejaba ver un ojo, un zapato, a veces el talón o un poquito del brazo, " jugando al juego eterno de disimular y de dejar ver", subraya Del Aguila.

Al final fue la moda la que acabó con las tapadas. El boom económico del guano (excremento de ave usado como abono) en la segunda mitad del siglo XIX llevó al Perú a nuevas élites europeas que trajeron la moda parisina.

Además el fin de ese siglo se acompañó de un cambio en los códigos sociales, de una voluntad de controlar, de ver, agrega Casamalón, quien establece un paralelo con la generalización en la época del alumbrado público.

"Lo que era oscuro se percibía como peligroso, lo que estaba oculto como dañino", señala.

Para Del Aguila la historia de las tapadas muestra que "el alcance, la vida de una moda tiene que ver con el uso que hacen las personas a largo plazo".

El futuro del velo islámico, dentro de esa idea, dependerá "más de lo que hagan las futuras generaciones -posiblemente más laicas- que de una obsesión por legislar" sobre el tema, considera.

En una similitud que asombra con el debate actual sobre el velo, "las opiniones y tomas de posición en favor o en contra de las tapadas vinieron sobre todo del exterior, de autoridades o de observadores", hace notar Casamalón. "La única voz que no se oye es el de las usuarias".

domingo, 6 de junio de 2010

TURISMO DIVERSO


TURISMO DIVERSO Y SOTENIBLE

El incremento del poder adquisitivo y nivel cultural en los países mas desarrollados, así como el manejo actual de la información por Internet y otros muchos medios, han originado una clientela mas exigente y sofisticada ante las ofertas turísticas. Desde hace pocos años numerosos países han comenzado también a priorizar el desarrollo del turismo internacional como una necesidad para su crecimiento económico, sobre todo en Asía, Europa del Este, Africa y América Latina. Hoy existen en el mundo cientos de destinos turísticos que se esfuerzan porque su oferta sea cada vez más atractivas y poder acceder a una mayor cuota de mercado.

Por otra parte, es frecuente la ocurrencia de sucesos coyunturales que afectan el flujo turístico internacional en general o localmente, entre ellos crisis económicas, epidemias, terrorismo y guerras. Para concluir con estas amenazas a la actividad turística internacional, se puede agregar el efecto de la globalización en el turismo, por el cual los mas importantes turoperadores del mundo han devenido poderosos grupos internacionales que dominan la cadena de valor esencial en los paquetes turísticos.

Entre otros efectos negativos para los destinos turísticos, actualmente se destaca una manifiesta tendencia a la concentración: En la red de distribución, los pocos grandes grupos internacionales han absorbido los TTOO y grandes redes de agencias de viaje en los principales países emisores; En las ofertas que distribuyen, que en el flujo de turismo norte-sur se concentran en Sol y Playa; En los destinos que se operan, los cuales tienden a reducirse a los que realmente brindan la mayor rentabilidad, sobre todo en las operaciones aéreas; En la estacionalidad del turismo; que tiende a la concentración sólo en los meses de mayor volumen de clientes; En la reducción del promedio de estancia del turista, incrementándose cada vez mas las vacaciones cortas y los viajes de fin de semana; En la reducción de la distancia del destino que se visita, haciéndose mas fuerte la ley de la cercanía en los flujos turísticos actuales.

Este contexto internacional imponen a las entidades turísticas la necesidad de adaptarse a nuevas reglas de juego…, y adoptar nuevos paradigmas. Uno de los retos más importantes está relacionado con la necesidad de lograr una oferta turística diversificada, sostenible y enfocada al cliente, lo que además contribuye a garantizar una más justa distribución territorial de los ingresos que genera esta actividad en los países menos desarrollados.

Mientras tanto, la mayor parte de la literatura técnica existente en gestión de empresas y marketing, están enfocados generalmente hacia la actividad de industrias de bienes de consumo, y por tanto los métodos y procedimientos que establecen requieren ser “interpretados” para su aplicación en un sector de servicios tan específico como el turismo. Por esta razón, no abundan trabajos metodológicos que orienten una gestión exitosa de destinos y negocios turísticos.

EL TURISMO ACTUAL



EL TURISMO ES EXPORTAR

La reciente erupción volcánica de Islandia que cerró gran parte del sistema de transporte mundial y los problemas en Grecia deberían servir una vez más como un recordatorio no solo de la importancia del turismo como una herramienta generadora de la economía sino también de que el turismo es una comodidad de exportación mayor. Uno de los errores que los encargados de desarrollar la economía y los expertos en negocios hacen es ignorar el turismo como una industria mayor de exportación. De hecho el turismo es a menudo una exportación renovable que si se usa apropiadamente también puede ser un desarrollo económico mayor.

El turismo no solo es un gran negocio sino también debería ser visto y protegido tal vez como uno de los principales productos de exportación mundial. El hecho de que el turismo es una industria de exportación se nota en un estudio Jamaiquino que establece: "Una industria de exportación es aquella que vende una cantidad significativa de sus bienes o servicios fuera del país, por tanto trae dinero nuevo a la economía local." El turismo parece reunir estos dos principios cuando la Junta de Turismo de Jamaica reporto que más del 90% de sus turistas son internacionales y que el Banco de Jamaica reportó que la industria turística contribuyó alrededor de
$1,975,519,000 dólares a las ganancias de moneda extranjera en 2008 (Jamaica WI Gleaner, Junio 21, 2008). Si, entonces, asumimos que las exportaciones se refieren a dinero que va del lugar X al lugar Y debido a la venta del producto W, entonces el turismo fácilmente reúne este estándar.

Lo que especialmente hace al turismo un producto de exportación valioso es que, si se trata apropiadamente, es un recurso renovable y sustentable. A diferencia de los recursos primarios tales como el petróleo o minerales, el turismo no es finito. No importa cuanta gente visita el océano, el océano sigue siendo el océano, y no importa cuanta gente ve la montaña, la montaña permanece en su lugar. De hecho, en lugares que tienen muchos trabajos de manufactura, el turismo ofrece una ventaja alternativa en la que los trabajos de manufactura, o visitas a un local específico no se pueden enviar fuera de sus límites. El turismo sustentable no significa, sin embargo, que el producto turístico no debe ser protegido. El turismo, como cualquier otra comodidad, se puede sobrepasar, explotar pobremente o permitir que decline. El turismo también necesita el soporte de la comunidad local. Sin su soporte, el turismo a menudo se convierte en un producto insostenible. Para usar la industria turística como un producto de exportación, turismo y más le sugiere lo siguiente:

- Educar a la comunidad acerca del hecho que el turismo es la industria de paz más grande del mundo, y sus beneficios económicos. Para aquellas personas que les gustan los hechos y figuras, de acuerdo al Consejo de Turismo Mundial, en 2006 el turismo produjo más de 6 trillones de dólares. Se estima que las industrias turísticas del mundo proveyeron 221 millones de trabajos alrededor del mundo, con una expectativa de que para 2015 el turismo estará proveyendo más de 269 millones de trabajos. Aún con los problemas económicos mundiales se espera que para 2015, la tasa de crecimiento del turismo se espera que sea en un promedio del 4.6% anual. La Organización para la economía y el Desarrollo Operacional reporta en su sitio red que: "El Turismo... es un componente clave del servicio económico (30% del intercambio internacional en servicios en el área de OECD). El turismo, el cual se ha expandido dramáticamente en los últimos 30 años, busca continuar creciendo mientras las sociedades se vuelven más móviles y prósperas." En los EUA las estadísticas del Buró del Trabajo miden cambios en los precios de los bienes comprados en los EUA por visitantes extranjeros. Estos bienes además de los servicios son productos de exportación americanos.

Demostrar a su comunidad como el turismo aumenta la economía local en una variedad de formas. Incluidos están los gastos e impuestos de hoteles y restaurantes, convenciones y encuentros, impuestos pagados por transportación, atracciones de capital extranjero, especialmente en la construcción de hoteles, la creación de trabajos adicionales en áreas tales como servicios públicos e infraestructura renovable.
- Asegurar que la gente entienda que el turismo no solo genera empleos sino que también puede ser una fuente de exportación renovable mayor. La industria turística es todo acerca de vender memorias. La industria ayuda a traer moneda extranjera a una localidad particular donde los visitantes compran bienes y servicios locales. Los visitantes se llevan a casa las memorias de un buen tiempo. Los profesionales del turismo entienden que las memorias de las vacaciones son una comodidad de exportación abstracta. Además, las atracciones turísticas raramente llegan a disminuir o a desaparecer; miles de millones de personas pueden ver la misma atracción. Los visitantes extranjeros también se vuelven en una fuente mayor de intercambio de moneda extranjera, y ayudan al balance nacional de pagos. Se debe notar que para que el turismo sea un recurso renovable debe ser desarrollado de una manera responsable y sustentable. Esto significa que donde la ecóloga es frágil, los números y las actividades deben ser controlados muy cercanamente, debe prevenirse la contaminación, y deben protegerse las culturas locales.
- El Turismo puede ser un producto de exportación aun en áreas rurales. El turismo es acerca de ver lo que es diferente. Las áreas rurales puede estar perdiendo población o la industria se puede convertir en un centro turístico y crear la necesidad de oportunidades de trabajo para la gente joven. Las visitas de turistas extranjeros también pueden resultar en oportunidades de trabajos de red a través de la nación.
- No temer usar mercadeo creativo para atraer dinero nuevo a su área. Por ejemplo, de acuerdo a la Asociación de Viajes de América, en los Estados Unidos la industria turística produce más de $600 billones de dólares en ganancias y más de $100 billones en impuestos pagados a los gobiernos lógales, estatales y federales. Mucho de ese dinero viene de los visitantes de otros continentes, quienes ganan su dinero en su país de residencia y entonces lo traen a otra nación. Toque este mercado con mercadeo creativo y no tenga miedo de ostentar su región, lo que parece ser un lugar común para usted puede convertirse en una atracción internacional para otros.
- Mercadear en tantos idiomas como sea posible. Volver su producto turístico en un mercado de exportación significa que estará abierto para el mundo. Desarrolle folletos en diferentes idiomas, anime la enseñanza de idiomas extranjeros en su sistema escolar local, y enseñe su propia cultura. El turismo hace mejor cuando representa lo mejor de quién es usted delante de otros. Irónicamente cuando usted celebra su propia cultura usted se convierte en un mercado de exportación para los visitantes de otras culturas.

- Enfatizar que el turismo es una herramienta de desarrollo económico importante para comunidades emergentes y menores alrededor del mundo. Porque el turismo es basado en la apreciación de otros, las industrias turísticas han sido especialmente abiertas a dar a grupos en desventaja alrededor del mundo oportunidades que a menudo se les han negado en otros sectores económicos. En este respecto el turismo no debería ser visto solo a nivel superficial. El turismo produce no solo ingresos de visitantes extranjeros sino que también provee grandes números de trabajos a nivel de entrada, y a menudo significa la diferencia entre el éxito y el fracaso de los negocios más pequeños de la comunidad. En naciones donde hay un decline en la fabricación, la industria turística puede ser un método esencial para revigorizar las economías locales. La línea de fondo es que el turismo es una comodidad de exportación que también se puede convertir en una herramienta de desarrollo educativo y económico trayendo riquezas a la economía local mientras que se protege su ecología cultural

DR PETER TARLOW
COMPILADOR:JUAN CARLOS VICTORIA


lunes, 5 de abril de 2010

VANDALISMO EN PARACAS

Vándalos dañan El Candelabro de Paracas con inscripciones y cuatrimotos
Escribieron la frase "Jonás-Dios" sobre el geoglifo. No hay suficiente resguardo en la zona

Aprovechándose del poco resguardo que hay en la zona, dos vándalos dañaron el famoso Candelabro de Paracas, inscribiendo sobre el geoglifo la frase "Jonás-Dios" y dejando huellas de cuatrimoto tras su paso.

Según informa El Comercio, los operadores turísticos que trabajan en el lugar hallaron huellas del atentado sobre este patrimonio natural.

El Candelabro se encuentra en la bahía de Paracas, a pocos minutos del puerto El Chaco. No es la primera vez que es dañado de esta manera.

f: el profesional

juan carlos victoria


viernes, 2 de abril de 2010

LO INSOPORTABLE DE LOS VIAJES EN CRUCEROS DE LUJO


Hay algo insoportablemente triste a bordo de un crucero de lujo

Cómo sobrevivir a siete días viajando por el Caribe en un inmenso barco limpio como si lo hubieran hervido, repleto de gente que no deja de sonreír por alguna razón parecida a la felicidad.

He visto montones de barcos blancos e inmensos. He visto la costa norte de Jamaica. He visto y olido a los ciento cuarenta y cinco gatos de la Residencia Ernest Hemingway de Cayo Hueso, Florida. He visto videocámaras que casi necesitaban una plataforma móvil. He visto maletas fluorescentes, gafas de sol fluorescentes y más de veinte marcas distintas de sandalias de goma. He oído timbales, he comido buñuelos de caracola y he visto a una mujer con un vestido de lamé vomitando dentro de un ascensor de cristal. He aprendido que hay diferentes intensidades del azul más allá del azul muy, pero muy intenso.

He comido más comida y más elegante que en toda mi vida, y la he comido durante una semana en la que también he aprendido la diferencia entre «bambolearse» por culpa de la marejada y dar cabezadas por culpa de la marejada. He visto trajes de chaqueta y pantalón de color fucsia, cazadoras de color rojo menstrual, anoraks de color marrón y púrpura y zapatillas deportivas blancas sin calcetines. He visto apostadoras profesionales de blackjack tan encantadoras que te dan ganas de ir corriendo a su mesa y gastarte hasta el último centavo jugando al blackjack. He oído a norteamericanos adultos y boyantes preguntar en el mostrador de Atención al Pasajero si hay que mojarse para bucear, si toda la tripulación duerme a bordo y a qué hora es el Bufet de Medianoche.

En una semana he sido objeto de mil quinientas sonrisas profesionales. Me he quemado y he mudado de piel dos veces. He sentido el peso del cielo subtropical como si fuera una manta. He saltado una docena de veces al oír el ruido tremendo -parecido a una flatulencia de los dioses- de la sirena de un crucero-. He asimilado los rudimentos del mah-jong2, he aprendido a ponerme un chaleco salvavidas encima del esmoquin y he perdido al ajedrez con una niña de nueve años. He regateado por baratijas con niños desnutridos. Ahora conozco todas las razones y excusas imaginables para que alguien se gaste tres mil dólares en un crucero por el Caribe. Me he mordido el labio y he rechazado hierba jamaicana de un jamaicano de verdad. He oído música reggae de ascensor -y no puedo describirla-. He aprendido a tenerle miedo a tu propio lavabo. Me he acostumbrado al movimiento del barco y ahora me gustaría desacostumbrarme. He probado caviar y he estado de acuerdo con el niño sentado a mi lado en que es apestoso. Me han cuidado de forma absoluta, profesional y tal como me lo habían prometido de antemano. Con humor sombrío he visto todas las modalidades de eritema, queratinosis, lesiones premelanómicas, manchas de la vejez, eccemas, verrugas, quistes papulares, panzas, celulitis femoral, várices, postizos de colágeno y de silicona, tintes baratos, trasplantes capilares fallidos. Es decir, he visto casi desnuda a un montón de gente a quien habría preferido no ver en ningún estado parecido a la desnudez.

Me embarqué en un crucero de siete noches por el Caribe a bordo de un barco que estaba tan limpio y blanco que parecía que lo hubieran hervido. El color azul de las Antillas occidentales varía entre el azul de manta infantil y el azul fluorescente: lo mismo que el cielo. Las temperaturas eran uterinas. El sol parecía regulado de antemano para nuestra comodidad. La proporción tripulación-pasajeros era de 1,2 tripulantes por cada dos pasajeros. Era un crucero de lujo. Este producto no es un servicio ni una serie de servicios. Ni siquiera es una semana de diversión. Es más bien una sensación. Es un producto bona fide: se supone que esa sensación debe producirse en ustedes: una mezcla de relajación y estimulación, de indulgencia tranquila y de turismo frenético, esa mezcla especial de servilismo y condescendencia que se vende bajo las conjugaciones del verbo cuidar. Este verbo salpica los diversos folletos: «Como nunca antes lo han cuidado», «Nuestros jacuzzis y saunas están para cuidarlo», «Deje que lo cuidemos», «Cuídese en los céfiros templados de las Bahamas».

Pero hay algo insoportablemente triste en los cruceros de lujo. A bordo del mío, sobre todo de noche, con toda la diversión organizada, la amabilidad y el ruido del jolgorio, me sentí desesperar. La palabra se ha banalizado ahora por el exceso de uso, pero es una palabra seria y la estoy usando en serio. Para mí, desesperar denota un extraño deseo de muerte combinado con una sensación apabullante de mi propia pequeñez y futilidad que se presenta como miedo a la muerte. Tal vez se parezca a lo que la gente llama terror o angustia. Pero no acaba de ser como esas cosas. Se parece más a querer morirse a fin de evitar la sensación insoportable de darse cuenta de que uno es pequeño, débil, egoísta y, sin ninguna duda posible, se va a morir. Es querer tirarse por la borda. No me parece un accidente que los cruceros de lujo atraigan sobre todo a gente mayor de cincuenta años, para la que su propia mortalidad ya es más que una abstracción.

La mayoría de los cuerpos que se exponían durante el día en la cubierta estaba en diversas fases de desintegración. Y el océano en sí (que me pareció tan salado como el infierno o como el gargarismo que se usa para aliviar el dolor de garganta, con una espuma tan corrosiva que probablemente voy a tener que cambiar una bisagra de mis gafas) resulta básicamente una enorme máquina de podredumbre. El agua del mar corroe los barcos a una velocidad asombrosa: los oxida, exfolia la pintura, saca el barniz, apaga el brillo, cubre los cascos de los barcos de percebes, algas y una mucosidad indefinida-marina-omnipresente que parece la misma encarnación de la muerte. No pasa lo mismo con los barcos de lujo. No es accidental que sean todos tan blancos y limpios, porque está claro que han de representar el triunfo calvinista del capital y de la industria sobre la putrefacción primaria del mar. Mi crucero parecía tener un batallón entero de tipos diminutos y nervudos del Tercer Mundo que iban de un lado a otro del barco en overoles azul marino buscando deterioros que solventar.

Aquí está la cosa. Unas vacaciones son un respiro de todo lo desagradable, y dado que la conciencia de la muerte y de la decadencia son desagradables, parece extraño que la fantasía suprema de las vacaciones de los norteamericanos consista en ser planificados en medio de una enorme máquina primordial de muerte y putrefacción. Pero en un crucero de lujo somos hábilmente involucrados en la construcción de diversas fantasías de triunfo. Un método para «triunfar» pasa por los rigores de la mejora personal. Y el mantenimiento anfetamínico de mi barco que llevaba a cabo su tripulación es un equivalente poco sutil del acicalamiento personal: dieta, ejercicios, suplementos de megavitaminas, cirugía plástica, seminarios de gestión del tiempo. También hay otra forma de reaccionar frente a la muerte. No el acicalamiento, sino la excitación. No el trabajo duro, sino la diversión dura. Las actividades constantes, las celebraciones, las fiestas, la alegría y las canciones. La adrenalina, la excitación, el estímulo. Hacen que te sientas vibrante, vivo. La diversión dura promete no tanto trascender el miedo a la muerte como ahogarlo. Los cruceros de lujo siempre empiezan y terminan un sábado.

He llegado a la conclusión de que pasada cierta edad los hombres no deberían llevar pantalones cortos. Tienen las piernas sin pelos, algo que repele: parece como si a la piel le hubieran quitado la ropa a la fuerza y estuviera pidiendo pelos a gritos. El código de indumentaria en este sitio va desde el ejecutivo informal hasta el turista tropical. Me temo que soy la persona más sudorosa y despeinada a la vista. De vez en cuando me quito la gorra y voy a dar vueltas escuchando las conversaciones y charlando sobre banalidades. Un gran porcentaje de este parloteo que oigo con disimulo consiste en unos pasajeros explicando a otros por qué se han inscrito en este crucero. Parece la cháchara de un hospital psiquiátrico: «Y tú, ¿por qué estás aquí?». Ni una sola vez alguien dice que va en este crucero de lujo sólo por ir en un crucero de lujo. Tampoco hay alguien que suelte ese rollo de que viajar ensancha tus horizontes ni que siempre tuvo la fantasía de navegar. La palabra que usan una y otra vez en las conversaciones informales es relajarse. Todos se imaginan la semana que empieza, o bien como una recompensa largamente postergada, o como un último esfuerzo por salvar su cordura.

Casi todos han venido en pareja y, cuando caminan durante la marejada, suelen apoyarse en sus parejas como si fueran novios adolescentes. Es evidente que les gusta hacerlo: las mujeres tienen un truco que consiste en agarrarse fuerte de sus novios y acurrucarse al caminar, mientras los hombres enderezan la espalda, ponen la cara seria y salta a la vista que se sienten peculiarmente fuertes y protectores. Un crucero de lujo está lleno de estos inesperados momentos románticos, como intentar ayudarse mutuamente cuando el barco se bambolea: uno se da cuenta de por qué a las parejas ancianas les gusta ir de crucero. No sé qué tal lo llevaría un claustrofóbico, pero para el agorafóbico un crucero presenta un buen número de atractivas opciones de encierro. El agorafóbico puede elegir entre no abandonar el barco, no salir de la cubierta en que está su camarote o evitar salir al aire libre y a las barandillas con bonitas vistas que hay a ambos lados de esa cubierta. O puede no salir nunca de su camarote.

Yo, que no soy un verdadero agorafóbico de los que ni pueden ir al supermercado, llego sin embargo a amar con locura mi camarote. Para llegar hasta él tengo que subir por un ascensor de cristal que no hace ruido. Allí las azafatas me sonríen ligeramente y miran a ninguna parte mientras subimos, y hay una competencia muy reñida acerca de cuál de las azafatas huele mejor en este espacio cerrado y frío. Ya en el camarote, noto que sus dimensiones están en el límite exacto entre ajustadas y constreñidas. En su suelo casi cuadrado se amontonan una cama grande, dos mesillas de noche con lámparas y un televisor de dieciocho pulgadas con cuatro opciones de cable marítimo. También hay una mesa de esmalte blanco que hace las veces de tocador, y una mesa redonda de cristal sobre la cual hay una cesta que a ratos está llena de fruta fresca y a ratos de cáscaras y cortezas. Es fruta fresca y buena y siempre hay. No había comido tanta fruta en mi vida. Pero todo esto sigue siendo insignificante comparado con el fascinante y potencialmente perverso retrete del camarote.

Es una combinación armónica de formas elegantes y funcionamiento vigoroso, flanqueada por rollos de papel tan suave que no les hacen falta las perforaciones usuales para separar las hojas. Mi lavabo tiene encima la siguiente inscripción: «Este retrete está conectado a un sistema de desagüe por aspiración. Por favor, no tire nada que no sean desperdicios corrientes y papel higiénico». Sí, es cierto: es un retrete aspirador. Y al igual que el ventilador del techo, no es una aspiración moderada ni suave. Tirar de la cadena provoca un ruido breve pero traumático, una especie de gárgara sostenida en si mayor, como un trastorno gástrico a escala cósmica. Junto con este ruido se produce una succión contundente tan poderosa que resulta al mismo tiempo temible y extrañamente reconfortante: tus desperdicios no parecen tanto succionados como arrojados lejos de ti. Y arrojados con una velocidad que te hace sentir que los desperdicios van a terminar tan lejos de tu vida que se van a convertir en una abstracción: una especie de tratamiento por desagüe en tu nivel existencial.

11:05. Charla sobre sistemas de navegación. El capitán se lo explica todo sobre la sala de máquinas, el puente y los tejemanejes básicos del funcionamiento del barco. Mi crucero puede llevar un millón setecientos cuarenta mil litros de combustible diésel para barcos. Tiene dos motores de turbina a cada lado, uno grande que se llama «Papá» y otro pequeño -en comparación- que se llama «Hijo». Puede ir un poco más deprisa en ciertas clases de mar gruesa que cuando el mar está en calma: esto se debe a razones técnicas que no caben en la servilleta en la que estoy tomando notas. El inglés del capitán no va a ganar ningún premio de dicción, pero es un verdadero charlatán en lo tocante a los datos.

Resulta que estacionar en paralelo un camión con remolque habiendo tomado LSD ni siquiera se acerca a la experiencia de atracar este crucero. El capitán tiene mi misma altura y anda por mis treinta y pocos años, pero es ridículamente atractivo, como un Paul Auster esbelto y bronceado en extremo. Lleva gafas de sol Ray-Ban aunque sin cordelito fluorescente. Le hago una pregunta inocente, y el capitán me contesta con agudeza:

-¿Cómo encendemos los motores? No con la llave de contacto, se lo aseguro.

El público responde con una risotada estridente y bastante cruel. El número total de mujeres de cuarenta que han venido a esta charla es cero. Un tipo bronceado que tengo a mi lado está tomando apuntes con una pluma Mont Blanc y un cuaderno forrado en piel. Un único momento de iluminación en el camino desde la sala de ping pong habría evitado que yo estuviera aquí ahora tomando apuntes en servilletas de papel con un rotulador de punta gorda de los que se usan para subrayar. El público de la charla consta de hombres corpulentos, panzudos y calvos, de unos cincuenta años: todos con aspecto de ser esa clase de tipos que ascienden a director ejecutivo saliendo del departamento de ingeniería de la empresa en lugar de hacer algún relamido máster en administración de empresas. En conjunto, constituyen un público muy experto y hacen preguntas complejas acerca del calibre y la potencia de los motores, el manejo de una fuerza de torsión multirradial, la distinción exacta entre un capitán de clase B y otro de clase C. Son de esos hombres que parecen estar fumando puros incluso cuando no están fumando puros. Mis intentos por tomar notas técnicas empapan las servilletas de papel hasta que las letras amarillas adoptan un aspecto hinchado y bobalicón como los graffiti de un subterráneo. La velocidad máxima de un megacrucero es 21,4 nudos. De ninguna manera voy a levantar la mano en medio de esta gente y preguntar qué es un nudo.

13:30. ¡Únanse al director del crucero para pasar un rato de jolgorio en el concurso de las Mejores Piernas Masculinas juzgadas por todas las damas de la piscina! Con el pelo embutido en un gorro de natación por sugerencia del personal, tomo parte activa de estas travesuras. Es una competencia estilo torneo donde las chicas del Equipo de Chicas y los chicos del Equipo de Chicos tienen que treparse a una suerte de postes de teléfono de plástico untados con vaselina, enfrentarse a otro(a) chico(a) y tratar de hacerlo caer al agua -que es una salmuera repulsiva en la piscina- mediante golpes propinados con una funda de almohada rellena de globos.

Resisto un par de rondas y soy derribado por un descomunal recién casado de Milwaukee con los hombros peludos que me pega un puñetazo, haciendo que casi se me caiga el gorro de baño y arrojándome con fuerza hacia una piscina que ya no es sólo que tenga un alto contenido sódico sino que, a estas alturas, está cubierta de reluciente vaselina. Emerjo pegajoso, contrariado y bizco por culpa del gancho de derecha del tipo que estropeó la posibilidad realmente legítima que tenía de ganar el Concurso de las Mejores Piernas Masculinas. Aun así, termino en tercer lugar, pero me contarían después que habría ganado de no ser por mi ceño fruncido, el ojo izquierdo hinchado y estrábico, y mi gorro torcido, que eran un telón de fondo demasiado ridículo como para que el jurado pudiera apreciar toda la belleza de mis torneadas piernas.

20:45. ¡El crucero tiene el orgullo de presentarles al hipnotizador N! Presentado por el director del crucero. Advertencia: queda estrictamente prohibida la grabación en audio o video de todos los espectáculos. Los niños deben permanecer con sus padres. Los niños no deben sentarse en primera fila. Entre los espectáculos presentados esta semana se cuentan un cómico vietnamita que hace malabares con motosierras, un dúo de marido y mujer especializado en medleys de amor de Broadway y un cantante-imitador cuyas imitaciones resultaron tan conmovedoras que por votación se ha programado una segunda tanda. El hipnotizador es británico y se parece de un modo increíble a un villano de serie B de los años cincuenta. Al presentarlo, el director del crucero dice que ha tenido el honor de hipnotizar tanto a la reina Isabel II como al Dalái Lama. Su actuación combina la francachela hipnótica con una palabrería bastante convencional y bromas a costa del público. Y termina siendo un microcosmos ridículamente simbólico de toda la experiencia en este crucero de lujo. En primer lugar, se nos explica que no todo el mundo es susceptible de hipnosis. El hipnotizador hace varias pruebas simples a los más de trescientos asistentes con el fin de elegir a los que tengan el talento susceptible que les permitirá participar de la diversión inminente.

Luego, cuando los apropiados están reunidos en el escenario, todos inmovilizados en complejas contorsiones como resultado de las pruebas de aptitud, el hipnotizador se pasa un buen rato asegurándoles a ellos y a nosotros que no va a pasar nada que ellos no deseen que pase y a lo que no se hayan sometido de forma voluntaria. Después convence a una muchacha de que le está saliendo una voz muy fuerte con acento hispano desde la copa izquierda de su sujetador. A otra mujer la induce a percibir un olor pestilente que emana del hombre que tiene sentado a su lado, quien a su vez cree que el asiento de su silla se calienta poco a poco hasta llegar a cien grados. De los otros sujetos, uno baila flamenco, otro no sólo cree estar desnudo sino vergonzosamente mal dotado y a otro lo hace gritar en tono lastimero: «¡Mami, quiero pis!» cada vez que el hipnotizador pronuncia una palabra determinada. El público se ríe muy fuerte cuando corresponde. Y en verdad es divertido ver a estos pasajeros adultos y bien vestidos comportándose de forma extraña sin una razón que ellos puedan entender. Es como si la hipnosis les permitiera construir fantasías tan nítidas que ni siquiera saben que son fantasías. Como si sus cabezas ya no les pertenecieran. Lo cual es obviamente divertido.

Tal vez el símbolo más asombroso de este crucero es el hipnotizador. No sólo es que no disimule en absoluto su aburrimiento y su hostilidad, sino que los incorpora de forma ingeniosa a su espectáculo: su aburrimiento le confiere el mismo aire de individuo que está de vuelta de todo lo que nos hace confiar en los médicos y en los policías, y su hostilidad es lo que arranca las mayores carcajadas del público. La actitud del hipnotizador en el escenario es en extremo hostil y mezquina. Hace imitaciones crueles de los distintos acentos de Estados Unidos. Ridiculiza las preguntas tanto del público como de los sujetos hipnotizados. Lanza unas miradas ardientes a lo Rasputín y les dice a algunas personas que van a mojar la cama a las tres de la madrugada o que van a bajarse los pantalones en su oficina exactamente dentro de dos semanas. Los espectadores se balancean de regocijo de atrás hacia adelante y se dan palmadas en la rodilla y se secan los ojos con pañuelos. Cada momento de perversidad es seguido por una gesticulación con las palmas de las manos destinada a confirmar que el hipnotizador es fabuloso, que nos quiere y que somos una pandilla simplemente maravillosa de seres humanos que nos la estamos pasando de muerte.

De Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer.

Mondadori.



lunes, 29 de marzo de 2010

Cuzco al tope por rehabilitacion de la ruta de acceso



RESERVAS DE PERÚRAIL A MACHU PICCHU
COPADAS PARA LOS PRÓXIMOS 20 DÍAS
La directora de Comunicación Corporativa de PerúRail, Catherin Lanseros, manifestó a T News que su representada tiene, hasta el momento, reservas hechas para los próximos 20 días, con lo cual los espacios están copados principalmente en los días de Semana Santa. “Todos los días se van cayendo algunas reservas, pero lo más seguro es que a partir de 20 días (se encuentren cupos libres)”, señaló. Asimismo, recalcó que durante este mes no prestarán el servicio Backpacker porque va con locomotora y Fetransa, el concesionario de la vía, no lo autoriza, sino hasta fines de abril o inicios de mayo. “Ahora estamos con el Vistadome, porque corre con autovagón que pesa 25 toneladas y el concesionario nos ha dicho que por ser una vía nueva, el primer mes solo corren autovagones por un problema de peso. Nosotros estamos limitados por un tema de condición de vía durante el primer mes de operaciones”, recalcó. En ese sentido, señaló que con el servicio Backpacker movilizarán alrededor de 2,000 pasajeros. Actualmente, sólo con el Vistadome estarán llevando entre 700 y 800 pasajeros por día.

f: tnews juan carlos victoria

domingo, 28 de marzo de 2010

PROM PERU PROMUEVE EL PERÚ COMO LOCAZION PARA PELICULAS



PromPerú promoverá al país como destino para los rodajes de la industria cinematográfica de los Estados Unidos durante su participación en la Feria Internacional de Turismo AFCI Locations Trade Show 2010.

La feria, que se realizará del 15 al 17 de abril en la ciudad de Santa Monica, organizada por la Association of Film Commissioners International, está dirigida a profesionales de la industria del cine, televisión, videos y comerciales que buscan lugares donde realizar registros fílmicos.

Las comisiones de filmaciones de todo el mundo y proveedores líderes de la industria audiovisual se encontrarán cara a cara con agentes, decision-makers y profesionales de la industria, para el intercambio de información sobre locaciones, equipos de filiación, incentivos fiscales, costos, y recursos que cada exhibidor tiene para ofrecer a los realizadores.

La participación de Promperú permitirá presentar al país como destino para rodajes de producción fílmica y piezas publicitarias, tomando en cuenta que esta feria es la más importante de la industria cinematográfica de los Estados Unidos.

f: el profesional
juan carlos victoria

jueves, 25 de febrero de 2010

SITUACION DE MACHU PICCHU



MUY BUEN VIDEO QUE REFLEJA LA REALIDAD DEL TURISMO EN EL PERÚANALISIS QUE HACE LUCHIN CASTAÑEDA


JUAN CARLOS VICTORIA
DOCENTE EDUCACION SUPERIOR
ESPECIALISTA EN ECOTURISMO

CONVENIO ISOTUR CADENA DE HOTELES LINK

Se calificará y certificará las capacidades del personal
HOTELES LINK PERÚ E ISOTUR FIRMAN IMPORTANTE
CONVENIO PARA TRABAJADORES DEL RUBRO

La asociación hotelera sin fines de lucro Hoteles Link Perú (HLP) y el Instituto ISOTUR firmaron un convenio marco de colaboración y trabajo conjunto con el fin de capacitar a sus trabajadores en temas de destino en hoteles y restaurantes del sector Turismo, para consolidar o incrementar la calidad del servicio que brindan sus empresas. En ese sentido, y gracias al sistema modular, se podrá insertar al trabajador del rubro en el Itinerario de la carrera de Administración Hotelera y se le facilitará el acceso para estudiar dicha profesión, escogiendo los módulos según su necesidad de trabajo, para luego obtener el Título Profesional. A partir de la firma de convenio, los empleados de los hoteles asociados a HLP tendrán un importante descuento en los cursos de ISOTUR (30%), el que debe ser gestionado a través de la asociación.


María Adela Benavides y Alicia Villar de Hoteles Link Perú; Marcos Tupayachi, director de Isotur junto a profesores y alumnos en el Hotel Golf Los Incas.

lunes, 1 de febrero de 2010

LOS INCAS SI SABIAN CONSTRUIR

LOS INCAS SI SABIAN CONTROLAR EL CLIMA QUE LOS RODEABA


Los incas sabían como construir sus ciudades. Machu Picchu y todos los restos incaicos antiguos resisteron el embate de las lluvias torrenciales en el Cusco.

"La gran noticia es que Machu Picchu está incólume, primero, porque está construido en altura; y segundo, porque tiene todos los drenajes hechos en aquella época, los que no han sufrido en absoluto", informó Carlos Milla, presidente de la Cámara de Comercio del Cusco.

Se espera que en diez días se pueda rehabilitar la vía férrea por el pueblo de Santa Teresa, donde aparentemente hay menos daño. Pero en el futuro se necesitarán más vías de acceso.

El funcionario indicó que a pesar que al actividad económica se ha visto afectada, a corto plazo el turismo recuperará sus fuerzas porque los atractivos de Cusco se encuentran perfectamente: "No es sólo Machu Picchu, tenemos mil productos turísticos en Cusco, todos intactos; la ciudad misma tampoco ha sufrido daño alguno, por lo que está apta para visitarse."

El ministro de Comercio Exterior y Turismo Martín Pérez informó que se realizará una campaña promocional para que Cusco aumente las visitas de turistas nacionales. "Sería una excelente medida para compensar, debido a que Cusco es visitado fundamentalmente por el turismo receptivo (extranjero)", declaró.

Sin embargo la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), proyecta lanzar la campaña "Conozca el Perú Ahora" para que turistas nacionales y extranjeros visiten otras maravillas del Perú mientras el acceso a Machu Picchu permanezca restringido. La organización propondrá que las figuras internacionales más relevantes apoyen esta campaña.

También consideró necesario la formación inmediata de un comité de crisis público - privado para planificar las labores de restauración de la actividad turística al más corto plazo en las zonas afectadas por las intensas precipitaciones.

FUENTE EL PROFESIONAL
JUAN CARLOS VICTORIA

miércoles, 6 de enero de 2010

EL COMERCIO


FELICES FIESTAS A TODOS NUESTROS AMIGOS

EN ESTAS FECHAS, AUNQUE UN POCO TARDE LE QUEREMOS HACER LLEGAR NUESTRO FRATERNO SALUDO NAVIDEÑO, ADEMAS DE COMPARTIR CON USTEDES ALGO DE LO QUE HICIERON EL "SEÑOR" HAROLD MATHEWS, ALIAS EL API.. Y EL SEÑOR DANIEL CORREA, ALIAS EL NENE, EN LA REPRESENTACION DEL NACIMIENTO, QUE TUVIMOS EN EL PARQUE ZOOLOGICO DE HUACHIPA Y QUE TUVO EL RECONOCIMIENTO DEL DIARIO DECANO, EL COMERCIO EL CUAL LES HIZO UNA MUY BUENA NOTA.... EN FIN UN SALUDO A TODOS LOS CHICOS DEL ZOOLOGICO DE HUACHIPA Y A TODOS USTEDES AMIGOS...Y QUE ESTE AÑO SEA MUCHO MEJOR QUE EL ANTERIOR


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JUAN CARLOS VICTORIA