El mes de diciembre es una de las temporadas del año cuando mucho del mundo está orientado a la fe. Las industrias basadas en la fe, sin embargo, no son un fenómeno de una vez al año. La realidad es que la religión y la fe son grandes negocios y tienen un gran impacto en la industria turística. Una de las formas más antiguas de turismo es el religioso o como ahora se conoce, turismo basado en la fe. La Biblia habla de los viajes a Jerusalén al menos tres veces al año para cada uno de los festivales de la cosecha Bíblica. Del mismo modo el mundo islámico es famoso por la peregrinación a la Meca. Otras ciudades alrededor del mundo han desarrollado sitios de turismo religioso tales como Fátima en Portugal, y Lourdes en Francia.
Mientras que hay muchas diferencias entre el viaje de fe hacia sitios religiosos y un parque temático, es bastante interesante el hecho de que hay muchos paralelos entre lo que podrían parecer ser dos venias diferentes. Lo que es fascinante acerca del turismo religioso es que paralela mucho de los dos. Por ejemplo, en la actualidad (y de lo que podemos aprender de textos antiguos, también en el mundo antiguo) tanto los sitios religiosos como los parques temáticos producen industrias secundarias.
Sean estos, la industria de los recuerdos o la industria de la hospitalidad, una serie de industrias dependientes se desarrollan rápidamente alrededor del sitio. En segunda uno tiene que creer que la peregrinación o el parque temático tienen sentido. Por tanto entrar a un parque tematice o a un sitio de peregrinación religiosa es un ejercicio emoción más que de conocimiento.
El turismo religioso o basado en la fe, sin embargo, no solo acerca de las peregrinaciones. El viaje basado en la fe toma lugar en eventos de ciclos de vida, por trabajo misionero o proyectos de interés humanitario y por conclaves y convenciones religiosas.
AUTOR: Dr. Peter E. Tarlow es el Presidente de la T&M, fundador del capítulo de Texas TTRA
JUAN CARLOS VICTORIA. DOCENTE EDUCACION SUPERIOR
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